Uno de los datos más deplorables que podemos dar a día de hoy en nuestro país es la cifra de niños y niñas que cuentan con problemas de discapacidad (ya sea congénita o adquirida) y viven situaciones de acoso escolar por parte de sus compañeros de clase en los centros escolares.
Se estima que entre el 80% y el 90% de estos menores en situación de vulnerabilidad sufren o han sufrido bullying por el resto de los estudiantes en los centros, un dato tremendamente demoledor que deja a cualquiera con un agrio sabor de boca.
Este tipo de violencia en la infancia puede ser devastadora en el desarrollo de los pequeños y se manifiesta en forma de burlas en sus impedimentos físicos o mentales.
En el artículo de hoy trataremos como se realiza este tipo de acoso, quiénes son los principales afectados y acosadores y cómo combatirlo de manera eficaz.
EL ACOSADOR FRENTE A LA DISCAPACIDAD
Los niños que toman comportamientos de burla, acoso o persecución contra sus compañeros suelen ver en las personas con discapacidad un lugar cómodo donde desarrollar este tipo de violencia. Estas actitudes de bullying, generan consecuencias muy negativas respecto al estado emocional, social y académico de los afectados.
Un hecho bastante preocupante es que muchos de los niños que cumplen con el perfil de acosador, normalizan estas actitudes debido a que ellos mismos las han sufrido previamente, lo que los hace confundirse con simples bromas, aunque desde luego, no sea el caso.
En muchas ocasiones, estos niños suelen adoptar conductas y comportamientos que han visto reflejadas en sus propios hogares, por lo que es importante determinar la razón por la que actúan así con sus compañeros y tomar medidas acordes a cada caso.
NIÑOS AFECTADOS Y SUS CONSECUENCIAS
En la otra cara de la moneda, tenemos a los niños en situación de discapacidad que ven como su día a día se ve mermado por los insultos y burlas del resto de sus compañeros de clase. Esto les condiciona a llevar una vida distante en una etapa en la que tendrían que desarrollar más que nunca sus habilidades sociales.
Entre las condiciones que reciben más ataques se destacan ante todo las cualidades físicas, con un 27% de acoso y las intelectuales con un 26%, que llevan a estos menores a aislarse del resto de sus compañeros y a adoptar conductas evasivas al contacto social, por miedo a los comentarios que puedan recibir.
El acoso continuado en el tiempo produce consecuencias severas como depresión, falta de autodeterminación y disminución de las ganas de aprender y socializar, además de afecciones psicológicas en los afectados.
MEDIDAS FRENTE AL ACOSO ESCOLAR
Antes de que se dé algún tipo de situación de acoso dentro del centro escolar, es imprescindible que desde la misma escuela se tomen métodos de prevención contra el bullying, se designen cargos que se encarguen de combatirlo y se ofrezcan charlas e información al alumnado sobre cómo deben comportarse y actuar ante estas situaciones.
Si desgraciadamente, ya se dan casos de estas problemáticas situaciones, los docentes deben estar alerta sobre cualquier situación de esta índole que se pueda presentar y si se ha percibido previamente en casa, avisarlos.
Es importante que el acoso no se considere como un hecho aislado y más en situaciones donde los niños perciben a sus compañeros como “diferentes”. Si hay indicios de que sufren cualquier tipo de acoso, se debe actuar de manera acogedora, rápida y eficaz, separando al acosado de sus atacantes y avisando a las familias afectadas.
FUNDACIÓN ANAGAN CONTRA EL ACOSO
Desde la Fundación ANAGAN nos posicionamos totalmente en contra del acoso en las aulas y defendemos el derecho a que todos los niños, independientemente de su condición, sean libres y no tengan que sufrir burlas y sátiras por parte de sus compañeros o allegados.
Ofrecemos nuestra ayuda, confianza y consejo a todos los niños y familias afectadas que se encuentren en esta situación y requieran de un punto seguro donde recibir apoyo, medios e información para combatir estas duras situaciones.